jueves, 30 de julio de 2015

El que no arriesga...

Me encanta la gente valiente. Pero admiro a la prudente. Supongo que intento buscar el equilibrio entre el placer y el deber. Me encantan las historias. Pasado, futuro, no tanto presente. En fin, que me lío, me encantan los que arriesgan. Y por eso, hoy va por ti, por vosotros.

Por ti, la que decidió que el mundo no era lo suficientemente grande y quiso comprobarlo, volando al punto más lejano de nuestra tierra. Por tus ganas. Porque no es fácil mantenerlas cuando eso es lo único que queda, ganas de no saber ya qué. Por tus metas.

Por ti, la parte del vosotros. Porque has arriesgado en el aspecto más difícil. Te has vendado los ojos y has confiado. Has creído en un futuro. Con ganas. Por lo que de verdad importa.

Y por el resto. Los que esperarán llamadas. Los que mirarán el reloj y pensarán, inconscientemente, en la hora que rige tu vida, si te habrás levantado o acostado, sin llegar a acordarse nunca de los meridianos que realmente os separan. Por ellos, sí. Que verán vuestros momentos congelados en foto o vídeo, pero casi nunca `in situ`.

Porque ya he dicho que me encanta la gente valiente, pero admiro a la prudente. La mezcla, explosiva. Tú, valiente, ganarás, sin duda. Vosotros, ya habéis ganado, creedme. Ellos, prudentes, esperarán, como hace la gente “sensata” que mira la vida pasar y vive a través de los osados. Y podrán ganar o perder. Pero la emoción no está en el final, está en el durante. 

Ya sabéis,
(Pero cuidado con los cumulonimbos y los gamusinos ;) )

Buen “viaje”.
                                                                                                                                             Jessi



No hay comentarios:

Publicar un comentario