lunes, 29 de diciembre de 2014

Mis 10 lecciones del 2014

Son las 12.30. Llego a casa del gimnasio a la hora prevista. Hace un sol increíble y un frío polar. De acuerdo a mi manera cronometrada de aprovechar los días, me dispongo a pasar a la siguiente tarea que he fijado en la agenda mental. “12.15: llegas del gimnasio, te preparas un café y te pones a estudiar sin pausa hasta las 14,  porque todavía no has estudiado decentemente en todas las navidades”. Pongo la cafetera y me quedo tonta mirando por la ventana pensando en qué me deparará el nuevo año. Hay que ver lo que me gusta perder el tiempo “barrenando” como suelo decir.

Le di un par de sorbos al café e hice un cambio en mis planes. “Empezaré a estudiar esta tarde porque me apetece escribir sobre el 2014. Además, va siendo hora de que publique en el Blog  y deje de llenar carpetas en el escritorio con posibles que nunca llegan a nada”

Me lo he dicho a mí misma con tanta autoridad que no podía dejar abandonada una vez más la publicación. Me costó arrancar porque sentía esto del balance de año como algo personal. No veía nada interesante para los demás en mis vivencias. Luego pensé en que podía tener interés lo que he sacado en limpio: El aprendizaje. De ahí han salido mis 10 lecciones.

1. Si no puedes dedicar todo el tiempo que quieres a algo… ¡no te machaques!. Si te machacas lo único que logras es que el poco tiempo invertido no sirva de nada. En el baile aprendí a gestionar la falta de entrenamiento. Fue uno de los años en los que menos tiempo dedicamos a entrenar, y a la vez, uno de los que más rendimos, más disfrutamos de las competiciones, de los campeonatos de España... “Mejor entrenar poco y bien, que entrenar sin ganas” Lección aprendida: Aprovecha al 100% cada momento en lugar de lamentarte por no poder disponer de más tiempo. Lo que hagas hazlo con ganas. Con muchas ganas.

2. No digas de este agua no beberé. Esto ya lo tenía aprendido, pero el 2014 se empeñó en recordármelo continuamente. Típica frase: “Ya lo sééééé…No se puede escupir al aire… pero sé fijo que equis-cosa no va a pasar” Lección aprendida: Pasará! Seguro!

3. Como nos decían de niñ@s: Si no sabes… ¡aprendes! Con la vuelta a la universidad fui pasando por etapas desde el “yo de eso no tengo ni idea” hasta el “Venga va. Paciencia y vamos a intentarlo. No vas a estar siempre pidiendo ayuda”. Esto lo apliqué a mil tareas que no hacía por la simple vagancia de no haberlo hecho nunca: revisar mi coche antes de dejar que vaya la llanta rodando o  que el piloto del aceite sea un árbol de navidad, coser en caso de urgencia, lavar a mano lo que sea necesario antes de llevárselo a mi madre… (no es que sean acciones de vida o muerte pero precisamente por eso hay que hacerlas). Lección aprendida: prohibido llamar a nadie pidiendo socorro antes de intentar hacerlo yo.

4. Ni soy un deshecho social por salir tres días consecutivos de fiesta ni me convertiré en un mueble por estar tres días en el sofá. Aprendí a salir sin pensar en el día siguiente y sin mirar el reloj (No está mal a los 25 años). También practiqué eso de estar sin hacer ¡NADA! Lección aprendida: No dramatices y deja la agenda mental cerrada de vez en cuando.

5. Aprendí a organizarme para dedicar más tiempo a mi familia y a mis amig@s. Tras dejar las competiciones a un lado, empecé a disfrutar de verdad estando con mi gente. Y como ya escribí antes ¡Sin mirar el reloj! Lección aprendida: Esa clase de amor, que a veces descuidamos un poco, es fundamental.

6. Aunque nada falle, fallará todo si un@ no se preocupa de vivir bien su vida. Teniendo todo lo necesario para ser muy feliz se puede ser infeliz, por contradictorio que suene. Cada día recuerdo una canción de Sés: “Quero bailar ao ritmo do que vive ilusionado e cabo do silenciado cantar quero con paixón” Lección aprendida: Hay que ser egoístas y honestos cuando pensemos en cómo vivir nuestra vida.

7. Hay personas buenas porque sí.  Me encontré con gente que me trató como si me conociese de toda la vida y de la que me llevo mil vivencias. Lección aprendida: A veces no son imprescindibles los años de antigüedad para vivir grandes momentos.

8. Me encontré con la salsa. Mejor dicho aprendí que es algo más que el 123 al ritmo de una música “pachanguera”. Lección aprendida: Hay una cultura y una música increíble detrás, digna de ser compartida y respetada.

9. Aprendí a hacer sonetos gracias a mi cargador de pilas personal (Aunque odie que no me guste Manolo García). Además de los sonetos, me ha enganchado a Ismael Serrano, a Leiva y a Izal. De años anteriores no hablo porque “si eres lo que escuchas” voy a convertirme en él. Lección aprendida: A veces somos capaces de hacer cosas que nunca nos habíamos planteado. Sonetos? Yo? Estás loco!! (aquí tuve que recurrir al aprendizaje número 2).

10. No sirve de nada hacer planes porque el día menos pensado pasa algo que cambia por completo tu rutina, tus pensamientos, tu todo. Esto lo aprendí ya hace unos años también, pero el 2014 me lo recuerda. Lección aprendida: Lo importante es ir viviendo cada día y dejar que las cosas pasen. Cuando menos te lo esperas…

Me quedo en medio del proceso de aprendizaje de algunas cosas como preocuparme un poco más por los demás e intentar ser menos despistada. En el lado más negativo tengo “aprendizajes imposibles” por si alguien quiere ayudarme. Quiero aprender a ser menos torpe y más cuidadosa: reducir a tres los golpes que me doy en un día (mi cabeza, pies, codos lo agradecerán); conseguir calentar la leche sin que hierva y monte un desastre en el microondas; reducir también a tres las veces que tengo que volver a subir a por algo cuando salgo de casa; dejar que el coche se pare completamente antes de apagarlo; aprenderme los nombres de l@s bailarin@s que llevan años conmigo (antes de que hagan huelga y dejen las clases) De estos tengo un largo etc.

Me he extendido demasiado pero quien me conoce ya sabe que es difícil hacerme callar.
¡Espero que tod@s tengáis un buen año 2015! No os deseo que sea el más feliz de vuestras vidas porque eso lo deseo para todos los años que viváis. Lo que quiero es que os aseguréis de vivirlo ¡cómo os de la gana!
Iria

No hay comentarios:

Publicar un comentario