martes, 12 de noviembre de 2013

Divagaciones de domingo en martes...

Y de repente, estás enferma y tienes que escribir en el blog. Tienes, debes, quieres...al final todo es lo mismo. Y piensas sobre qué puedes escribir, y hablas con alguien para ver si quiere colaborar y escribir, la inspiración no llega y el documento sigue en blanco. Entonces repasas todos esos temas a los que querías dedicarle una entrada, miles, el mundo está fatal, es lo que tiene, así que el tema no es el problema. Pero no arrancas...y la hoja sigue en blanco.
Te acuerdas, así, por poner ejemplos, de la periodista católica que ha triunfado a costa de un libro titulado “cásate y sé sumisa” pero crees que no estaría bien comentar y juzgar un libro sólo por el título o ciertas frases que otros periodistas han querido subrayar. Crees que debes leerlo, así que toca esperar.
Te acuerdas del tifón, de los miles de muertos, familias destrozadas, querrías hablar del fenómeno meteorológico desde un punto de vista más científico pero la tos y el dolor de garganta no ayudan para ir a por él. Y mientras recuerdas que al final, la naturaleza es la que manda, dejas el tema por perdido, al menos para hoy.
Te acuerdas de las personas que a día de hoy, mientras tú estás ahí reposando en tu cama, están en huelga de hambre luchando, a un modo cuanto menos cuestionable, por una vida mejor...
Te acuerdas de que ya es noviembre, de que fue tu cumple, y de todas las dudas existenciales con las que podrías rellenar páginas y páginas, pero claro, tampoco crees que a nadie le importe. Noviembre ya...y con el paso de los meses se han ido ya unas 62 mujeres víctimas de esta sociedad machista...pero ese tema merece mención especial...y hoy no es el día.
Te acuerdas del caso de la televisión pública valenciana, del problema al que nos estamos enfrentando hoy en día con los medios, la censura, el control político…
Te acuerdas de él que hace que sonrías y podrías escribir una oda al amor pero...no crees que sea el lugar.
Te acuerdas de tantas, tantas cosas, que al final, nada te parece que tenga sentido. No te ves a la altura de escribir sobre ciertos temas, al menos no hoy, y los demás te parecen demasiado absurdos. Tan absurdos que acabas escribiendo sobre nada y sobre todo al final. Y esperas que cuando la salud vuelva, llegue acompañada de la fuerza para enfrentarse al mundo, contar sus penas y alegrías y hacer que las líneas se vayan llenando de calidad...y no de divagaciones absurdas que cualquiera puede publicar tal día como hoy en cualquier blog...


Jesica


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