Y de repente, estás
enferma y tienes que escribir en el blog. Tienes, debes, quieres...al
final todo es lo mismo. Y piensas sobre qué puedes escribir, y
hablas con alguien para ver si quiere colaborar y escribir, la
inspiración no llega y el documento sigue en blanco. Entonces
repasas todos esos temas a los que querías dedicarle una entrada,
miles, el mundo está fatal, es lo que tiene, así que el tema no es
el problema. Pero no arrancas...y la hoja sigue en blanco.
Te acuerdas, así, por
poner ejemplos, de la periodista católica que ha triunfado a costa
de un libro titulado “cásate y sé sumisa” pero crees que no
estaría bien comentar y juzgar un libro sólo por el título o
ciertas frases que otros periodistas han querido subrayar. Crees que
debes leerlo, así que toca esperar.
Te acuerdas del tifón,
de los miles de muertos, familias destrozadas, querrías hablar del
fenómeno meteorológico desde un punto de vista más científico
pero la tos y el dolor de garganta no ayudan para ir a por él. Y
mientras recuerdas que al final, la naturaleza es la que manda, dejas
el tema por perdido, al menos para hoy.
Te acuerdas de las
personas que a día de hoy, mientras tú estás ahí reposando en tu
cama, están en huelga de hambre luchando, a un modo cuanto menos
cuestionable, por una vida mejor...
Te acuerdas de que ya es
noviembre, de que fue tu cumple, y de todas las dudas existenciales
con las que podrías rellenar páginas y páginas, pero claro,
tampoco crees que a nadie le importe. Noviembre ya...y con el paso de
los meses se han ido ya unas 62 mujeres víctimas de esta sociedad
machista...pero ese tema merece mención especial...y hoy no es el
día.
Te acuerdas del caso de
la televisión pública valenciana, del problema al que nos estamos
enfrentando hoy en día con los medios, la censura, el control
político…
Te acuerdas de él que
hace que sonrías y podrías escribir una oda al amor pero...no crees
que sea el lugar.
Te acuerdas de tantas,
tantas cosas, que al final, nada te parece que tenga sentido. No te
ves a la altura de escribir sobre ciertos temas, al menos no hoy, y
los demás te parecen demasiado absurdos. Tan absurdos que acabas
escribiendo sobre nada y sobre todo al final. Y esperas que cuando la
salud vuelva, llegue acompañada de la fuerza para enfrentarse al
mundo, contar sus penas y alegrías y hacer que las líneas se vayan
llenando de calidad...y no de divagaciones absurdas que cualquiera
puede publicar tal día como hoy en cualquier blog...
Jesica
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