sábado, 23 de noviembre de 2013

Lluvias de sangre...

En el 2001, en Changanassery,en Kerala (India), en la época del monzón, caracterizada por fuertes vientos y lluvias, cayó una lluvia de color rojo que era, cuanto menos, sospechosa. Después de ésta, varias lluvias rojas han tenido lugar en diferentes lugares del planeta.


En un primer momento, los científicos del lugar atribuyeron este color a los fuertes vientos que habían podido arrastrar el polvo rojizo desde los desiertos de Arabia. Los meteorólogos, en cambio, hablaban de una corriente ecuatoriana que habría podido traer cenizas de un volcán situado en Filipinas. Sin embargo, y haciendo acopio del ver para creer, los científicos decidieron tomar muestras de la lluvia y analizarla. Para su sorpresa, el agua de la lluvia estaba limpia de partículas de polvo o cenizas. Sólo unas partículas rojas formaban parte de ella.
Además, las gentes del lugar afirmaban haber escuchado un estruendo, similar a truenos, antes de que la lluvia cayese.
Ante tal afirmación, los científicos sopesaron la posibilidad de que dicho sonido fuera el resultado de haber superado la barrera del sonido, por lo que algún objeto debería haber viajado a velocidad superior a la del sonido y, posteriormente, haber “ocasionado” la lluvia roja. Todo esto llevó a considerar que dichas lluvias rojas no fuesen más que lluvias con polvo procedente de restos de meteoritos desintegrados. Así, el meteorito habría producido lo que se conoce como estampido sónico al entrar en la Tierra y posteriormente, tras su desintegración, habría dejado sus restos que luego caerían a la superficie terrestre en forma de lluvia.
Y como todo, era inevitable que hechos, a priori, tan anormales no provocasen la curiosidad entre la comunidad científica.

Por ello, comenzaron a investigarse estas partículas desde varios centros. Tras otro análisis, se descubrió que, efectivamente, las partículas no eran polvo, y que, en cambio, eran células biológicas con una estructura bien definida.
¿Eran células rojas vivas?
El astrobiólogo Chandra Wickramasinghe, creador de la panspermia, la cual defiende la vida más allá de la Tierra y considera también que los organismos llegaron a la Tierra en cometas y aún a día de hoy siguen trayendo organismos, empezó a investigar este fenómeno de la lluvia roja, albergando la esperanza de encontrar en estos hechos una prueba de sus creencias.
Después de diversos estudios, se tuvo que abandonar la idea de que estas partículas eran células, pues como todo ser vivo, deberían estar compuestas de ADN, y éste no pudo ser encontrado. Por tanto, no podían ser células o, al menos, no células tal y como las conocemos en la actualidad. ¿Sería posible que fuesen células extraterrestres?

Ante la negación de creer en vidas más allá del planeta Tierra y ante el afán continuo de búsqueda de la verdad, desde que se observaron esas lluvias en India, las investigaciones no cesaron. Así, numerosos análisis consiguieron abrir nuevos frentes en las pesquisas.



Si fuéramos los únicos en este Universo, sería un gran desperdicio de espacio”
Carl Sagan




Se observó que estas partículas, estaban formadas por numerosas paredes gruesas lo que las hacía muy resistentes. Con esto, los científicos pensaron en la posibilidad de que fueran esporas. Éstas, se encargan de la reproducción y son capaces de sobrevivir a condiciones adversas. Por ello, la estructura de las células rojas con sus múltiples paredes, hacía pensar que podrían ser esporas. Además, la abundancia de líquenes cuyas esporas son rojas en Kerala, apuntaba a que esta nueva teoría podría ser la correcta.
Teniendo en cuenta ahora la resistencia de las paredes de las células rojas, y considerando que éste podría haber sido el motivo por el cual no se habían podido romper las paredes y encontrar ADN, decidieron realizar de nuevo dichas pruebas. Así, en 2006, se encontró ADN en las células . Estaban vivas.
Este nuevo descubrimiento reforzó la teoría de las esporas. Sin embargo, seguían sin resolverse dos hechos. Por un lado, la resistencia que las células mostraban a altas temperaturas así como su reproducción a 121ºC seguía sin tener sentido ya que, hasta ahora, no se conocen organismos vivos que se reproduzcan a esas temperaturas. Por otro lado, en caso de confirmarse que dichas células son esporas, nada parecía explicar el elevado número en que se encontraban, unas 50 toneladas de esporas, ¿ de dónde venían?.
A día de hoy, y dado que hace tiempo que la NASA rechazó financiar dichas investigaciones, sigue sin saberse exactamente qué era esa lluvia roja que alteró la vida cotidiana y a cierta parte de la comunidad científica y que, a ciertas personas, las invitó a creer de nuevo en la vida extraterrestre...
¿Tú qué opinas?

Jesica







domingo, 17 de noviembre de 2013

Noticias, noticias, noticias…

     Desde que empezamos con el blog, cada vez que me ponía a escribir acababa haciéndolo sobre  temas “existenciales” o psicológicos o… ¡Qué sé yo! Siempre empezaba escribiendo sobre algún tema de actualidad y finalmente, mi personalidad y las vivencias de estos últimos años, eran las culpables de que empezase a filosofar sobre la vida, como si supiera algo de ella.
     Pero hoy no derivaré el tema, porque estos últimos días estuvieron plagados de noticias de actualidad y como escribía Jesica en su último post “El tema no es el problema” y a mí hoy me apetece prestarles de nuevo atención a las cosas de este mundo loco:
Con unos medios de comunicación manipulados…
Con el cierre de tantas empresas…Con los ERE…
Con las huelgas…
Con las leyes…
Con la justicia…
     Y sobre todo después de la sentencia que hemos conocido esta semana…
CON EL PRESTIGE
     He de reconocer que, aunque siempre he intentado estar informada sobre lo que pasa a mi alrededor, pocas veces prestaba la atención necesaria a los acontecimientos. Siempre me he puesto disculpas a mí misma: no va conmigo, que yo me preocupe no va a servir de nada; aunque lea la noticia no entiendo bien lo que pasó; la economía va mal; no va conmigo, que yo me preocupe no va a servir de nada; la política es un fraude; no va conmigo, que yo me preocupe no va a servir de nada.
     Tod@s estamos muy descontent@s. Es verdad. Indignad@s. ¿Pero qué falla para que nos conformemos con compartir una foto o un “artículo denuncia” en facebook?
     El viernes pasado saltó el tema del Canal Nou de Valencia en una conversación, y entre l@s que estábamos presentes, ninguna persona disponía de la información suficiente para poder emitir un juicio crítico al respecto, o una simple opinión. Yo tampoco. Pero…¿Cómo puede ser? Había leído varias noticias al respecto pero por encima, sin prestar atención. Un par de titulares en twitter, “oír” (y no escuchar) algo en la radio… Me di cuenta que si tengo la capacidad de refunfuñar he de tener la capacidad de informarme y eso es lo que he intentado. Ahora bien, ¿Qué información recibimos? ¿Nos preocupamos lo suficiente?
     Por ejemplo, en relación a la huelga de l@s trabajador@s madrileños lo que más resuena es la gran cantidad de basura que hay en toda la ciudad. “En la capital se amontonan las bolsas” “El olor es insoportable”. Las imágenes siempre las mismas: gente caminando entre restos de comida y contenedores desbordados… Me he parado a pensar qué es lo que evocan esas imágenes y esos discursos en las personas que los reciben. ¿Qué ocurriría si lo que viésemos fuese a un trabajador/a, perdón, a un extrabajador/a que está en el paro tras la regulación de la empresa? ¿Qué ocurriría si nos explicasen a fondo las nuevas condiciones que las empresas quieren aplicar?
     Me cambio de terreno, ahí va otro ¡TEMAZO!: “Cásate y sé sumisa” el arzobispado de Granada publica un libro de una periodista italiana. Esta misma mujer, muy orgullosa con su trabajo, se muestra sorprendida ante el revuelo creado tras la publicación de lo que ella plantea como un manual para que las mujeres vivan felices en su matrimonio. Más concretamente escribe: “Ahora es el momento de aprender la obediencia leal y generosa, la sumisión”. Pero bueno, me consuela que en una entrevista ha aclarado que lo de sumisión lo ha sacado de un tal San Pablo y no alude al maltrato. Obviamente estoy siendo irónica.
     Las cadenas de televisión repiten noticias o quizá crean noticias diferentes partiendo de lo mismo: La polémica en torno a las becas Erasmus, los nuevos presos liberados, la economía que… si sigue a este ritmo nos hará millonari@s en dos meses (vuelvo con mi ironía) y… lamentablemente, no he podido esquivar la noticia de que el hijo de Ortega Cano está en la cárcel, y eso que jamás pongo Telecinco.

     Después de todo este rollo puramente personal, y que quizá debiese de estar más informado, no podíamos dejar pasar la actualización del fin de semana sin recordar la fatal sentencia. Fatal para Galicia. Fatal se hai un pouco de cabeciña. Fatal porque no hay responsables, nadie se hace cargo, y no me refiero sólo a los imputados. Hasta la próxima y aquí no ha pasado nada.  Mientras tanto, podemos ver como presume de un maravilloso juego de palabras el Ex consejero de la Xunta en su artículo de La Razón “Afortunadamente esto ya lo saben hoy en día los gallegos, que en reiteradas elecciones le han dicho nunca más a Nunca Máis”. Con el… “esto ya lo saben” se refiere a un montón de explicaciones sobre  las correctas maniobras y como éstas se hicieron por el bien de l@s galleg@s (perdón, él escribe de los gallegos y españoles). Lo bueno es que… Moit@s galeg@s seguen dicindo ¡Nunca Máis!
Iria

martes, 12 de noviembre de 2013

Divagaciones de domingo en martes...

Y de repente, estás enferma y tienes que escribir en el blog. Tienes, debes, quieres...al final todo es lo mismo. Y piensas sobre qué puedes escribir, y hablas con alguien para ver si quiere colaborar y escribir, la inspiración no llega y el documento sigue en blanco. Entonces repasas todos esos temas a los que querías dedicarle una entrada, miles, el mundo está fatal, es lo que tiene, así que el tema no es el problema. Pero no arrancas...y la hoja sigue en blanco.
Te acuerdas, así, por poner ejemplos, de la periodista católica que ha triunfado a costa de un libro titulado “cásate y sé sumisa” pero crees que no estaría bien comentar y juzgar un libro sólo por el título o ciertas frases que otros periodistas han querido subrayar. Crees que debes leerlo, así que toca esperar.
Te acuerdas del tifón, de los miles de muertos, familias destrozadas, querrías hablar del fenómeno meteorológico desde un punto de vista más científico pero la tos y el dolor de garganta no ayudan para ir a por él. Y mientras recuerdas que al final, la naturaleza es la que manda, dejas el tema por perdido, al menos para hoy.
Te acuerdas de las personas que a día de hoy, mientras tú estás ahí reposando en tu cama, están en huelga de hambre luchando, a un modo cuanto menos cuestionable, por una vida mejor...
Te acuerdas de que ya es noviembre, de que fue tu cumple, y de todas las dudas existenciales con las que podrías rellenar páginas y páginas, pero claro, tampoco crees que a nadie le importe. Noviembre ya...y con el paso de los meses se han ido ya unas 62 mujeres víctimas de esta sociedad machista...pero ese tema merece mención especial...y hoy no es el día.
Te acuerdas del caso de la televisión pública valenciana, del problema al que nos estamos enfrentando hoy en día con los medios, la censura, el control político…
Te acuerdas de él que hace que sonrías y podrías escribir una oda al amor pero...no crees que sea el lugar.
Te acuerdas de tantas, tantas cosas, que al final, nada te parece que tenga sentido. No te ves a la altura de escribir sobre ciertos temas, al menos no hoy, y los demás te parecen demasiado absurdos. Tan absurdos que acabas escribiendo sobre nada y sobre todo al final. Y esperas que cuando la salud vuelva, llegue acompañada de la fuerza para enfrentarse al mundo, contar sus penas y alegrías y hacer que las líneas se vayan llenando de calidad...y no de divagaciones absurdas que cualquiera puede publicar tal día como hoy en cualquier blog...


Jesica


domingo, 3 de noviembre de 2013

Caminante no hay camino, se hace camino al andar...

Al andar y al decidir...
Estoy toda la semana dándole vueltas a un tema concreto para comentar en el Blog y el día en el que me apetece ponerme a escribir, hay mil circunstancias que obligan a mi improvisada inspiración a cambiar de tema.
Hace dos días estuve una hora pensando si plantearle a alguien lo que sé que supondría una decisión para esa persona. Estuve una hora decidiendo si plantearle que decidiera acerca de mi decisión de hacerle una proposición. Plantear que decidiera aceptar o no, y aceptó…y fue una buena decisión, al menos teniendo en cuenta mi decisión de hacer la proposición. Una buena decisión teniendo en cuenta el desenlace. Una hora decidiendo si hacer una proposición por el miedo a lo que mi decisión de llamar a otra decisión, conllevara  en la mente de la persona implicada….
¿Me seguís?
Tal día como hoy me apetece hablar del destino y de las decisiones que vamos tomando a lo largo de nuestra vida. Yo distinguiría entre las DECISIONES con letras mayúsculas, sobre nuestro trabajo, nuestra  vida de pareja, nuestra vida de no pareja…etc las decisiones, en pequeñito, salir a pasear o quedarse en casa, llevar el paraguas o arriesgarse a volver a casa encharcada de agua. Muchas veces las segundas son una influencia directa en las primeras y la decisión más simple puede derivar en la más “trascendental” (que palabra tan imponente). Todas ellas hacen que nuestra vida sea como es, y no de otra forma. Influyen en nuestro destino y perfilan nuestras vivencias. Pero… ¿Existe el destino?
Estamos atacad@s desde muchos frentes para que le temamos a lo que será nuestro futuro. “El destino ya está escrito” “La vida es aquello que acontece mientras hacemos otros planes”; Sin olvidarme de las odiosas cadenas que se propagan a través de las redes sociales y que, si no reenvías, te convertirán en un gorila de tres piernas por el resto de tu vida. En mi vida, he decidido quedarme con lo que decía el gran Antonio Machado “Caminante no hay camino, se hace camino al andar” y… ¿Ese camino de qué lo hacemos? Pues en base al tema de mi entrada, nada queda más poético que decir que… Vamos haciendo el camino con nuestras decisiones.
Sigo con preguntas… ¿Por qué nos preocupa tanto el destino? ¿Por qué nos preocupamos tanto de las decisiones que tomamos? y sobre todo… ¿Por qué la mayoría de las veces pensamos en todo, menos en lo que de verdad queremos hacer?
Nos condicionamos enormemente a la hora de tomar una decisión. Perdemos la inocencia infantil y empieza a afectarnos la opinión de los demás, “el qué dirán” o las enseñanzas que hemos ido extrayendo de lo que se intuye que es correcto o “ético” (palabrita controvertida) o “normal” (ésta más controvertida todavía). Nos perdemos muchas vivencias irrepetibles por ese miedo y ese temor que nos inclina a mantenernos en la “zona de confort” y evitarnos posibles daños.
Ahora, en una desinhibición de mi personalidad, he de decir que, aquí donde me veis hablando de decidir, soy muy indecisa en las decisiones (en pequeñito) pero en los últimos años le he ido plantando cara a las DECISIONES en mayúsculas. Puedo estar una hora en el supermercado decidiendo si será mejor comprar las naranjas de Paraguay o las del Kilimanjaro, pero si siento que hay algo que de verdad me apetece hacer de mi vida, lo hago sin más, por impulso, sin pensar excesivamente en las consecuencias.
Todo este rollo no es un tópico…es un topicazo… pero, aún sabiéndolo, much@s de nosotr@s seguimos sin actuar acorde a nuestros principios y nuestro corazón… Y por esto, ahora llega mi momento “Mítin” o “Canto a la vida” (por evitar la evocación política de la primera palabra y porque esto sólo es una creencia personal, sin el objetivo de convencer a nadie).
Hoy apuesto por un adiós a los miedos, la timidez, la duda…. Cree en ti y cree en lo que haces… Quiere a quien quieras… Rodéate de quien quieras…Ama a quien quieras amar… y si realmente quieres odiar a alguien ódial@ pero que sea porque realmente tú quieres, no porque creas que debes odiar.
Apuesto por no hacer cosas que no nos apetezca sólo por compromiso….atrevámonos a decir que no nos apetece…
Y sobre todo….vivamos con la conciencia tranquila…
Seamos conscientes de que no nos hemos privado de nada de lo que queríamos hacer….
Si no hay nada que perder…. No perdamos ese nada inútilmente… 
Iria